Un centro cultural dinámico

Inaugurado en 2019, el centro cultural de Briançon es un edificio impresionante con una personalidad sencilla pero única. Diseñado por el estudio lionés Gautier+Conquet, ganador del concurso público convocado por la propia ciudad en 2016, alberga la mediateca y los archivos municipales.

El centro cultural de Briançon está situado entre dos austeros edificios del antiguo cuartel Berwick, en el barrio de la ZAC Cœur de Ville, y es objeto de un proyecto de renovación urbana dirigido por el arquitecto Pierre-Louis Faloci.

Para incorporar las montañas y sus rocas, elementos característicos de esta zona geográfica, en el diseño del edificio, los arquitectos favorecieron materiales de aspecto sobrio y riguroso, como el hormigón, la madera y el vidrio.

El resultado es una estructura cuadrada de dos niveles en hormigón en bruto, cuyas fachadas presentan grandes ventanas con paneles de madera. Un pórtico, delimitado por sencillas columnas de hormigón rugoso que se suceden una tras otra a intervalos regulares, recorre las tres cuartas partes del perímetro.

Las líneas dibujadas por las columnas parecen superponerse con los patrones descritos en la fachada por las ventanas y los paneles, y, en general, el edificio parece estar envuelto en líneas ortogonales equidistantes entre sí.

Otro rasgo distintivo de este proyecto es su atención a la sostenibilidad, reflejada por la elección de utilizar materias primas de origen local, como la madera de los Alpes y el hormigón de las canteras de la región, y materiales de origen biológico, como la fibra de madera para el aislamiento termoacústico.

La orientación de las ventanas con respecto al eje heliotérmico, la ventilación natural de los espacios del sótano y el sistema de gestión de las aguas pluviales son otras de las características que contribuyen a calificar este proyecto como Edificio Mediterráneo Sostenible (BDM, por sus siglas en francés), una norma francesa cuyo objetivo es garantizar la sostenibilidad de los proyectos arquitectónicos.

Los interiores son de planta abierta, y transmiten inmediatamente una sensación de fluidez gracias a los grandes ventanales de techo alto que ofrecen hermosas vistas de las montañas en los alrededores. La luz natural inunda el corazón de la mediateca a través de un gran patio central lleno de plantas, e incluso llega al sótano, donde se encuentran las zonas de almacenamiento de los archivos.

Al igual que en la fachada, en las instalaciones interiores también predomina el contraste entre el hormigón estructural, inerte y frío, y la madera natural, viva, cálida y fragante.

La elección del mobiliario se basó no sólo en razones estilísticas en consonancia con el contexto arquitectónico, sino también en una especial atención a la acústica, que se vuelve evidente en la elección preponderante de asientos de tela. Gracias a la gran variedad de colores y materiales, al diseño versátil y a la atención hacia el medio ambiente, las colecciones de Arper se convirtieron en la solución ideal para el mobiliario de este espacio.

Este ambicioso proyecto consiguió transformar un «lugar sencillo por el que la gente pasa con prisa para pedir documentos» en un «lugar para vivir y respirar», como dice Anthony Sittler, responsable del centro cultural de Briançon, que reconoce con sus palabras el importante valor que tiene este lugar para la comunidad.