Hospitalidad holística

El hotel “Bourgoensch Hof” es un hotel mediano de tres estrellas situado en el corazón del casco antiguo de Brujas, Bélgica. Escondido entre los monumentos históricos, el paisaje medieval de la ciudad y un patio que en otros tiempos perteneció a una cervecería, el interior destaca por su estética minimalista y sus conscientes estallidos de color.
Recientemente, el hotel se rediseñó en profundidad, actualizando el edificio tradicional y las áreas de recepción, así como las habitaciones de los huéspedes, para que tuvieran una estética de diseño más contemporáneo.

Desde la zona de recepción hasta el bar del hotel, así como las habitaciones existentes y las nuevas añadidas en un edificio adyacente, que solía ser una tienda de alfombras, todo el edificio se remozó. El resultado es una elegante combinación de espacios brillantes y luminosos con paredes blancas y elementos de madera natural que se combinan con muebles de colores propios de la zona.

El diseñador de interiores Pieter Schoolaert realizó el proyecto en sincera y cálida colaboración con los propietarios del hotel.

Prestando mucha atención a los elementos históricos de Brujas, Schoolaert introdujo el color de forma muy deliberada. Todos los principales tonos utilizados en el hotel -rojo, verde y amarillo- están directamente relacionados con la historia de la ciudad: “Trabajamos con una base verdadera y atemporal, a la que se añadieron los colores típicos de Brujas: Rojo, por la gran cantidad de tejados de ladrillo de Brujas, utilizado especialmente en el último piso que da a ellos. Verde militar, típico de Brujas, que se refleja en muchas ventanas locales y en la vegetación circundante. El amarillo ocre sirve de enlace con el pan de oro de las fachadas de la ciudad medieval. El gris neutro hace referencia a los alféizares de piedra caliza azul y a los paneles de las paredes del edificio histórico en el que se alojan los huéspedes.”

A la hora de elegir los muebles para complementar su visión global del renovado interior, Schoolaert se decantó por los diseños del fabricante italiano Arper, conocido por sus productos de alta calidad, así como por una amplia selección de versiones disponibles de cada diseño.

Para el diseñador de interiores belga, la empresa encarna “un hermoso diseño con una excepcional facilidad de uso y una larga durabilidad”. También le gustó mucho la amplia gama de colores y materiales disponibles.

El flexible puf Pix de Arper contribuye a crear una zona de recepción acogedora y reconocible, mientras que las líneas orgánicas de las sillas Duna 02 aportan elementos visuales destacados en diferentes configuraciones de color en todo el hotel. Las mesas Dizzie y Wim, estéticas y funcionales, complementan la visión deseada, y transforman el Bourgoensch Hof en un hotel contemporáneo y (más) suave.