Historias de diseño

Líneas Soft para Soft Lounge

26 April 2020
Líneas Soft para Soft Lounge

Adell: una entrevista con Lievore + Altherr Désile Park

¿Qué inspira el diseño de una pieza lounge?

Los espacios lounge han cambiado mucho en los últimos 50 años, las salas de estar formales y los salones de antaño, donde se recibían a las visitas, se han transformado en los espacios casi privados de hoy en día diseñados para relajarse y, cada vez con más frecuencia, para trabajar. Hoy en día también estamos viendo espacios lounge fuera de los ambientes privados, en oficinas y zonas públicas. Pensamos que faltaba algo en la oferta de Arper capaz de satisfacer la demanda de estos nuevos espacios lounge, algo cómodo y ligero.

¿En qué entornos pensáis que podría integrarse Adell?

Con Adell adoptamos un enfoque de diseño de 360 grados. Queríamos una pieza que fuera completamente personalizable, que pudiera adaptarse a diferentes usos, expresiones y también niveles de precio. La forma singular y afable de Adell sugiere que puede adaptarse sin esfuerzo a todo tipo de usos, pero es especialmente adecuado para áreas de descanso relajadas. Pensamos en diferentes opciones de tapicería y base para adaptarnos a los distintos tipos de espacios lounge. Por ejemplo, imaginamos la versión totalmente tapizada en hoteles, restaurantes, salas de aeropuerto u oficinas; mientras que la versión con cubierta frontal extra suave y mullida encajaría muy bien en centros de coworking u hogares que busquen un ambiente menos formal.

© Courtesy of Studio Lievore + Altherr Désile Park / Salva Lopez

Como contraste, la versión con carcasa de plástico sin tapizar se ubicaría perfectamente en entornos educativos o de atención médica, donde la demanda de durabilidad y de facilidad de limpieza son mayores. En estos contextos vemos como el lenguaje visual de Adell funciona maravillosamente con Cila y Stacy. Y, por último, la opción de asiento con cojín es ideal para usos al aire libre como jardines y terrazas: el cojín puede almacenarse aparte durante el invierno. Los diferentes acabados sumados a las distintas bases (de metal o madera) aumentan su versatilidad, mientras que los materiales y el color definen distintas expresiones.

© Courtesy of Studio Lievore + Altherr Désile Park / Salva Lopez

En esta colección, la selección de materiales parece muy intencionada. ¿Por qué los elegisteis?

El plástico parecía la opción obvia por varias razones: las curvas de Adell se realizan mejor en plástico, es un material robusto y duradero perfecto para usarlo en exteriores, es una base perfecta para la tapicería y, en comparación con la madera, resulta mucho más asequible. Además, la ligera flexibilidad del plástico logra que el efecto general sea más cómodo, especialmente si lo comparamos con la rigidez de la madera. Por último, y muy importante, Arper tiene una larga y exitosa experiencia en la fabricación con plástico.

© Salva Lopez / Courtesy of Studio Lievore + Altherr Désile Park

Sin embargo, el plástico también puede suponer un desafío si trabajamos desde una óptica de sostenibilidad. Al principio, quisimos trabajar con un tipo de bioplástico por razones medioambientales; pero cuanto mejor conocíamos sus características, más consideramos que el auténtico desafío era redefinir nuestra mirada con respecto al plástico como material. En la actualidad, el bioplástico puede generar una serie de problemas completamente diferente, desde el impacto en la agricultura –como la deforestación– o el consumo excesivo de agua, hasta el uso de fertilizantes y pesticidas. (1) Citando a Frederik Wurm, químico del Instituto Max-Planck de investigación de polímeros, “el bioplástico puede ser tan dañino para el medio ambiente como el plástico convencional”. (2) En este sentido, la UE recomienda que el reciclaje se convierta en una industria valiosa, por lo que reciclar el plástico existente podría ser una buena estrategia. Entendímos que los actuales problemas con el plástico se iniciaron en la década de los 70, cuando se entendía como un material desechable y de un solo uso. Ahora, cuando ya existe una poderosa infraestructura institucional para apoyar el reciclaje, ¿qué hacemos con la materia prima de ese proceso? Decidimos que la vía de la sostenibilidad pasaba por utilizar plástico reciclado.

Desde esta óptica el plástico podría considerarse un material precioso que exige usarse con cuidado, solo cuando realmente tiene sentido. Para garantizar su longevidad y reducir residuos y consumo, sabíamos que necesitábamos un diseño atemporal y capaz de añadirle al material la cualidad de algo que se debe conservar y apreciar. La estética de un material brillante, colorido y translúcido, tan característica de la edad de oro del plástico, nos lleva, inconscientemente, a la asociación con un consumo rápido. Queríamos que todas estas ideas preconcebidas desaparecieran para percibir el plástico como algo precioso, por eso le aportamos una textura que recuerda a las cualidades táctiles de la naturaleza. Después de todo, el plástico se basa en el petróleo que, en su origen, proviene de fuentes orgánicas: zooplancton y algas enterradas bajo rocas sedimentarias que han sido transformadas por la presión, el calor y el tiempo.

La textura orgánica que desarrollamos para aportarle al plástico las cualidades que buscábamos, recuerda al tacto y los patrones que encontramos en los procesos y los materiales naturales: los anillos concéntricos del tronco de un árbol o los surcos característicos de las conchas que encontramos en las playas. Las texturas evocan a los materiales naturales sin ser una representación, son una celebración de lo irregular, de lo imperfecto. Por otro lado, los rasguños que pueda producir el uso, se diluirán en la textura, que actuará como una pátina y minimizará la impresión de desgaste.

¿De dónde surgió la paleta cromática de la colección?

Debido a la textura orgánica, que considerábamos determinante para la colección, no podíamos imaginar a Adell con colores abstractos y artificiales como un blanco limpio o un tono técnico y brillante. Desarrollamos una paleta de tonos muy matizados, inspirados en materiales orgánicos como la madera y las hojas. Incluso los colores básicos, el blanco y el negro, no son gráficos puros, sino una versión más natural: negro grafito y marfil. También tuvimos en cuenta cómo cambiaría el color de acuerdo con una iluminación interior o exterior. El verde y el marrón más suaves resultaron ser los más difíciles de definir, porque con la luz interior pueden parecer casi grises. Otra consideración que tuvimos al desarrollar la paleta fue la escala: la carcasa es una superficie grande que tiende a aportar intensidad a los colores.

© Ricardo Lopez / Courtesy of Studio Lievore + Altherr Désile Park

¿Qué me decís con respecto a la selección de telas para la tapicería?

Nos enfrentamos a retos similares que los que nos proponían los colores para el plástico. Queríamos que la textura natural también se interpretara en las telas, por eso nuestra selección tiene texturas más ricas y variadas que armonizan con los colores de la carcasa.

Además de en la estética ¿en que otros aspectos del diseño fue fundamental la idea de sostenibilidad?

Absolutamente en todos. La reducción, la reutilización y el reciclaje son fundamentales para la sostenibilidad y para el diseño. Investigamos para que la forma de la carcasa pudiera realizarse con plástico reciclado que, a su vez, puede volver a reciclarse y reutilizarse. También utilizamos materiales puros que se pudieran separar por completo; era la única forma de garantizar que Adell sea totalmente reciclable. Para lograr que también fuera reutilizable, desarrollamos un sistema flexible de componentes: carcasas, bases y accesorios. Gracias a su calidad constructiva y a la atemporalidad del diseño, Adell puede pasar de uno a otro propietario y encajar a la perfección en un nuevo contexto. De esta manera, añadiendo funcionalidad y longevidad, se prolonga la vida útil de cada pieza y se reducen los residuos.