12 May 2022
¿De dónde nace la idea de la colección Ghia?
Queríamos crear un sistema de mesas bajas que se expresara en armonía con las colecciones de asientos de Arper, dirigidas al contract, pero también cada vez más al residencial. La colección debía ser un passepartout capaz de unir espacios y estilos diferentes. Esto significaba buscar un equilibrio entre formas orgánicas y geométricas, introduciendo una estética más cálida y táctil, en línea con el enfoque de Arper para los materiales y el color. Cada mesa debía ser neutra y versátil, pero al mismo tiempo tener personalidad propia. Dos conceptos que es difícil lograr que convivan en un mismo mueble, pero precisamente eso fue lo que sirvió de estímulo para desarrollar un sistema de elementos modulares.
¿Qué tipo de posibilidades expresivas ofrece la colección?
La belleza de Ghia reside en las muchas opciones que puede ofrecer dentro del mismo sistema. La idea era tener una serie de tableros que pudieran combinarse con distintas bases, de modo tal de connotar cada mesa con características diferentes. Sólida y suave al mismo tiempo, la base central es más icónica y escultórica, mientras que las patas de madera retoman el arquetipo de la mesa, con un toque más delicado.
La variedad expresiva se confía también a los materiales y acabados, desde el tablero de MDF pintado hasta el de madera, pasando por la versión de terrazo. Así, por ejemplo, un conjunto de mesas bajas podría tener la misma base, pero jugar con distintos colores para el tablero y las patas. O bien, podrían combinarse entre sí bases diferentes, pero del mismo color, brindando así a cada pieza un aspecto único. La amplitud de las posibilidades surge especialmente cuando se combinan varias piezas diferentes para formar una constelación de objetos con distintos tamaños, bases y acabados.
¿Por qué la versatilidad juega un papel tan importante en el diseño?
En los proyectos de diseño de interiores, la combinación de muebles define en gran medida la atmósfera de un espacio. Los diseñadores aplican su creatividad en la elección de los colores y en la forma en que combinan los distintos objetos. La estética de las mesas bajas Ghia puede interpretarse según diferentes modalidades, simplemente jugando con los tamaños, las bases y los acabados. El sistema representa una oportunidad para los diseñadores de interiores, que pueden elegir la combinación que prefieran, adaptándola al ambiente y a la disposición de sus proyectos.
Por ejemplo, una mesa más neutra y delicada da espacio a un sofá emblemático. O, en aquellos espacios en los que la vivacidad se confía a objetos más pequeños, elegir un tablero expresivo como el de terrazo enfatiza el ambiente en cierto modo, mientras que utilizar madera resalta otro tipo de atmósfera, más suave, más cálida. Como si fueran pequeñas islas, las mesas bajas Ghia ayudan a organizar el espacio, creando tanto rincones en los que relajarse momentáneamente junto a un sillón, como paisajes más amplios en los que la mesa baja se convierte en protagonista, en el centro, rodeada de otros muebles.
¿Cómo se inserta Ghia en los diferentes espacios y cómo se combina con las demás colecciones de Arper?
Gracias a las reducidas dimensiones y a las múltiples interpretaciones posibles de Ghia, imaginamos esta colección en los ambientes más variados: en el dormitorio o en espacios de estar, pero también dentro de espacios públicos como vestíbulos, coworking, hoteles; en definitiva, en todas aquellas situaciones en las que encajan los muebles de salón. La flexibilidad del sistema Ghia lo vuelve apto para dialogar con todas las colecciones de Arper.
La búsqueda del equilibrio es también un principio fundamental del diseño.
Esta colección se basa en el equilibrio. Nuestra idea era que la colección Ghia reuniera muebles de inspiración orgánica con otros más formales o inspirados en el lenguaje industrial. Para lograr ese resultado, hemos trabajado con mucho cuidado en el equilibrio entre las geometrías y los elementos naturales. La mesa puede estar en primer plano o desvanecerse en el fondo, puede ser delicada o escultórica. Es un equilibrio que pertenece a la mesa, tanto por sí sola como cuando se la combina con las demás colecciones del catálogo de Arper. Por último, está en equilibrio con lo que esperamos de los espacios. Estas mesas se relacionan con el entorno con un lenguaje delicado, inspiran una relajada sensación de bienestar.
¿De qué modo esta búsqueda de calidez y flexibilidad ha influido en la selección de los materiales?
Los materiales y los colores fueron cuidadosamente elegidos para que dialogaran entre sí, brindando calidez y materialidad a la gama. Trabajar con la madera fue el punto de partida. El primer material que elegimos fue el roble en tonos naturales, al que luego añadimos el terrazo, en dos tonos, uno claro y otro oscuro, no demasiado tradicionales, pero tampoco excesivos. Elegimos el terrazo porque es atemporal, de buen gusto, elegante, cálido y combinaría bien con la madera. La paleta de colores debía combinar con la de los materiales. Cada color tenía que verse bien solo, pero, al mismo tiempo, armonizar con los materiales. Para esta colección en particular queríamos que los colores expresaran lo que la madera y el terrazo comunicaban como materiales. Escogimos un acabado negro que deja traslucir algunas de las vetas de la madera, además de un verde musgo y un tono arcilla que se inspiran, en cuanto a colores y texturas, en el mundo natural.
¿Qué rol tuvo la sostenibilidad en el diseño de Ghia?
El diseño tiene un foco muy fuerte puesto en la sostenibilidad y la actual dificultad de abastecimiento de materiales ha renovado nuestro interés en los recursos locales. Al observar qué materiales estaban disponibles en las cercanías, llegamos al terrazo, una de las técnicas más antiguas de reutilización de los materiales de descarte. Fue inventado en el siglo XVI en el Véneto, la región de Italia en la que Arper tiene su establecimiento. Un sistema con diseño modular nos permite ser muy eficientes, incluso en términos de almacenamiento, porque cada pieza se convierte en un elemento de diferentes productos, con la consiguiente reducción de las existencias a fabricar y mantener en el almacén.
Altherr Désile Park nace de la larga experiencia del estudio Lievore Altherr, con sede en Barcelona. El estudio se basa en un enfoque multidisciplinario que abarca desde el diseño y el desarrollo del producto, hasta el asesoramiento estratégico, la dirección creativa, la dirección artística y el diseño de espacios.
La filosofía de diseño integra conceptos creativos con diseño del producto y comunicación. Lo que caracteriza el diseño del estudio es una fusión entre enfoque holístico, espíritu humanista y búsqueda de esencialidad, combinados con una marcada sensibilidad por la armonía y el equilibrio.